Presidiaros volvieron a amotinarse en al menos 8 cárceles bonaerenses, por la falta de visitas durante la pandemia

Los presos de las cárceles bonaerenses volvieron a amotinarse esta semana, para reclamar que se reanude el régimen de visitas, suspendido desde el comienzo de la pandemia por protocolos, y se mejoren las condiciones de alojamiento.
Las protestas comenzaron el lunes en la Unidad Nº 42 de Florencio Varela, donde los internos anunciaron una huelga de hambre hasta que atendieran su pedido. Las manifestaciones luego se replicaron en otros complejos carcelarios: 2, 5, 6, 39, 40, 46, 47 y 48. Y este sábado los detenidos tomaron techos.
No se veía una protesta así desde abril, cuando pedían salir por los casos de coronavirus. Insólitamente los casos hay proliferado las últimas semanas, mientras que el Gobierno intenta aprobar un plan para crear 12 unidades nuevas.
En el penal 10 de Melchor Romero, en La Plata, los reclusos subieron a las terrazas. Con el correr de las horas comenzaron a registrarse incidentes, a pesar de las palabras de uno de los internos: “Esto es pacífico, acá no hay quilombo. Estamos reclamando los beneficios que nos corresponden”. Por el momento, no se notificaron heridos. Se espera que en las próximas horas, autoridades judiciales y del gobierno de la provincia se acerquen a dialogar con ellos.
La Unidad N° 10 de Melchor Romero aloja a 150 detenidos. Es una de tres en la zona junto a la 34 para detenidos con diagnósticos psiquiátricos y la Alcaldía 3 donde, están los 8 rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa.
A medida que transcurrió la mañana de hoy se produjeron disturbios en otras cárceles, como en la Unidad 48 de San Martín, la Unidad 13 de Junín, la Unidad 41 de Campana y las Unidades 24 y 31 de Florencio Varela. En algunos casos, los detenidos hacen alarde de tener totalmente tomadas las instalaciones.
En otros, el patio de los complejos son escenarios de enfrentamientos con agentes penitenciarios. Las filmaciones viralizadas muestran a los reclusos arrojando piedras y otros proyectiles, mientras de fondo se escuchan bombas de estruendo.
El enojo de los presos se acrecentó en las últimas semanas a medida de que se fueron flexibilizando las restricciones impuestas en el marco de la pandemia. Uno de ellos se quejó en un audio que se viralizó en las redes sociales: “No puede ser que la gente no respete el aislamiento. Abrieron hasta los shoppings y nosotros no podemos tener contacto con nuestras familias”.
Poco después del inicio de la cuarentena, los detenidos fueron habilitados a utilizar teléfonos celulares para comunicarse y mantener video llamadas con el fin de no cortar el vinculo con sus familiares. A través de los dispositivos, en cambio, se coordinaron para protestar en simultáneo y para difundir las tomas.
Los detenidos se grabaron atrincherados en un pabellón de la Unidad 42
La serie de protestas comenzó en la Unidad 24 de Florencio Varela. “Estamos reclamando los derechos que nos corresponden. El Servicio Penitenciario quiso jugar con nuestras familias: dijo que íbamos a tener visitas y cinco horas antes las suspendió. Muchas familias haciendo fila esperaron para entrar a la cárcel y no les importó”, expresó otro de los reclusos, en uno de los videos que grabaron para exponer su disconformidad.