El gobierno nacional analiza pagar los gastos de seguridad de la Ciudad en forma corriente y llevar la coparticipación del distrito capitalino al mismo nivel que antes de la transferencia de la policía. Por eso el distrito podría recibir 1,9% menos que durante el macrismo.
En el albertismo necesitan recortar gastos para bajar el déficit, pero también alcanzar un equilibrio en su relación con los votantes porteños. Hasta el fin del segundo mandato de Cristina Kirchner el vínculo fue tirante: la presencia de Mauricio Macri en el gobierno cerró cualquier intento de colaboración entre ambas administraciones.
El punto más álgido fue el traspaso de los subterráneos en 2012, una pelea que se extendió por varios meses hasta que hubo acuerdo. Ese contrapunto dejó mal parado al kirchnerismo capitalino frente al electorado porteño.
En el gobierno nacional creen que el compromiso de seguir financiando la seguridad porteña evitará ganarse la antipatía del electorado capitalino, esquivo al peronismo desde que la Ciudad es autónoma.
Cuando Macri transfirió la policía, casi 20 mil personas pasaron a la Policía de la Ciudad, y para pagar esos sueldos el ex presidente decidió elevar la coparticipación a 3,75% del 1,4% inicial. Tras una negociación del ex Presidente con los gobernadores peronistas ese número bajó a 3,3%.