Alberto pidió nombrar a la defensora del niño y abrió la pelea entre verdes y celestes

Alberto Fernández asegura no querer reactivar la disputa entre verdes y celestes que en 2018 protagonizaron los promotores y detractores de la ley para interrumpir el embarazo.

Pero esta semana dio un paso en sentido contrario: incluyó en la convocatoria a sesiones extraordinarias el pliego de Marisa Graham como defensora del Niño, congelado en el Senado por haberse expresado a favor del aborto.

Sus apreciaciones fueron públicas pero se conocieron después de ser designada en una bicameral tras un exhaustivo concurso en el recinto de Diputados, que cubrió un cargo vacante desde su creación, hace 15 años.

Las organizaciones ProVida no tardaron en iniciar su campaña para que su pliego no fuera tratado en los recintos, pero un heterogeneo grupo de diputados sorprendieron en julio y lo aprobó a mano alzada.

Molestos, los diputados celestes de Cambiemos le enviaron una carta de protesta a Emilio Monzó, entre ellos el entonces jefe del PRO Nicolás Massot, su mano derecha hasta el último día. Le molestó que habilitara una votación informal, con la excusa de que se trataba de un proyecto de resolución y no hacía falta tablero electrónico.

Los senadores Provida, que habían frenado la ley del aborto en julio de 2018, se atrincheraron y bajaron el pliego de los temarios de cada sesión, con la intención de agotar los seis meses de plazo y archivarlo definitivamente. Uno de los ideólogos de esa estrategia fue José Mayans, ahora jefe del bloque oficialista.

Advertidas, las legisladores que integran la bicameral de defensor del niño y el adolescente consideraron que los tiempos debían contabilizarse dentro de «los días hábiles legislativos», que son entre el 1 de marzo y el 30 de noviembre. Por lo tanto habría tiempo hasta el 25 de abril, pero Alberto quiere resolverlo en febrero.

Será el primer testeo sobre la ley del aborto en el Senado, donde las organizaciones promotoras confían en tener una mayoría justa y una holgada supremacía en Diputados, donde Máximo Kirchner se aseguró de restringir celestes en sus listas.

También en febrero, las verdes planean una marcha multitudinaria como presión a Alberto, que prometió una ley del aborto antes de asumir pero luego no dio más detalles y temen que cambie de planes tras su visita al Papa Francisco este viernes. Por lo pronto, ya les dio un gesto apurando la designación de la defensora del niño. Pero el final de la historia no está en sus manos.