Kicillof justifica la demora en la negociación con los bonistas y pide una solución de «buena fe»

«Venimos haciendo todo de la forma más acelerada posible», explica Axel Kicillof en una ronda con periodistas en el hotel King David, de Jerusalén, donde acompaña a Alberto Fernández en una serie de actividades para recordar para recordar el Holocausto.
«Asumimos el día 11, a una semana de asumir convocamos a los bonistas, después vinieron Navidad y Año Nuevo, que son épocas difíciles. El 7 de enero convocamos a los bonistas formalmente y el 14 presentamos la propuesta», dijo el Gobernador en una evidente respuesta a lo que parece ser el sector más duro de los acreedores.
El las últimas horas del martes, un comité de bonistas advertía en un duro comunicado que no había habido tiempo para realizar un proceso formal de identificación de los tenedores de bonos. Y se quejaban de la «ausencia de un plan integral para la deuda de la Provincia».
Ni el gobierno de la provincia, ni los bonistas a los que pudo contactar LPO dan cuenta del porcentaje de deuda que agrupan los acreedores. Sin embargo, especialistas en finanzas dejan trascender que sin convencer a ese comité, el gobierno no llega al 75% de los tenedores de deuda para posponer el pago al 1º de mayo.
El miércoles, tras la negativa de los bonistas, la provincia de Buenos Aires decidió extender hasta el 31 de enero el plazo para que los acreedores acepten prorrogar el cobro de U$S 250 millones de capital.
El gobierno bonaerense tenía que pagar el 26 de enero esos U$S 250 millones de capital más U$S 25 millones de intereses. Pero decidió que abonará solo los intereses y les pidió a los bonistas que aceptaran diferir el pago del capital hasta el 1º de mayo, cuando la reestructuración de la deuda nacional supuestamente estará despejada.
«Estamos en diálogo con los bonistas. Es un diálogo que esperamos que llegue a una solución lo antes posible. Que sea una solución de buena fe y que permita llevar el proceso de búsqueda y restauración de la manera más ordenada posible», agregó Kicillof desde Israel.
«Esto requiere buena fe de las dos partes», agregó el Gobernador, al subrayar que la extensión del plazo -el pedido concreto que hace el gobierno- la consideran como una parte de buena fe.
Desde el gobierno insisten en que la provincia no cuenta con los fondos suficientes para pagar los U$S 250 millones. Aseguran que seguirán apostando a la misma estrategia y descartan un incentivo o una quita para convencer a los bonistas.